Un jardín entre el bosque y el mar.
Partiendo de un pinar sobre una gran pendiente, el proyecto crea terrazas que estabilizan el terreno y lo visten con vegetación tapizante. Alrededor de la casa, la plantación de especies ornamentales realza vistas y recorridos, mientras que en las zonas más alejadas se refuerza el paisaje natural con vegetación autóctona.